divendres, de febrer 23, 2007

Malestar en la cultura

Se ha especulado siempre alrededor de como de productivo es el malestar. Los que tienen dudas y los que cuestionan algo, suelen ser esos los que llegan a algún lado, básicamente porque se mueven. Nadie ha hablado de cuanto cuesta moverse, del valor que hace falta ganar, para mover lo más insignificante.
Algo se ha hecho mal, para que en general todo el mundo se queje, sienta dolor, miedo o vacío y de vez en cuando uno esté contento. Y entonces todos le envidien. Algo hemos aprendido mal, para, en vez de ir preparando por fin las alas al ver el vacío, arraparnos lo más fuerte a un pobre árbol deshojado y evitar la caída. Algo pasa para que sólo veamos la caída. Y mientras tanto consumimos millones de productos que nos distraen del terror de la nada. Dvds, juegos, música. La evasión es el truco más rápido, con drogas, con sexo, con relaciones estúpidas, con mentiras, con excusas, con televisión digital y sueños para esta noche, con discotecas, amigos para siempre de este fin de semana, otro cubata en la mano y 5 minutos de cigarrillo en los que ya no necesitarás justificar tu presencia o tu soldead. A ninguno le gustan los domingos por la tarde, pero, ahí están no? Vas a hacer hoy algo distinto? Estás mal otra vez? No importa, escríbelo, o incluso mejor, escribe algo ingenioso y cínico, lleno de clichés. Así podrás compensar la falta de respuestas o de autoestima y cuando por fin consigas meterte en la cama mañana será otro día que podrás volver a llenar de todo eso que tanto te apasiona.